Los SÍ del té

En verano o invierno, con calor o frío, el té siempre puede ser tu mejor compañero.

Desde épocas milenarias el hombre ha bebido infusiones, tal vez sin conocer demasiado las importantes virtudes que ellas poseen.

Para todos los gustos: De una misma planta, se obtiene mediante diferentes tratamientos, diversas variedades de té con sabores y propiedades únicas.

Té negro

El té común o té negro es, sin ninguna duda, el más legendario y menos famoso en cuanto a sus virtudes. Entre ellas encontramos que posee antioxidantes que ayudan a retardar el envejecimiento. Además para estos días de frío lo mejor es beber una taza de té caliente, ya que aumenta rápidamente la temperatura corporal.

Nada mejor que comenzar tu día con una infusión diaria de té y notarás como se refuerza tu sistema inmunológico.

El té negro es uno de los más populares en todo el mundo. Y bien ganado tiene su prestigio, debido a su sabor y propiedades, tales como la de poseer antioxidantes, ser saciante, bajo en calorías y bueno para el estómago, entre otras virtudes. El té negro fue empleado como moneda de cambio durante mucho tiempo, debido a que no pierde su sabor con el tiempo.

Para elaborar esta variedad las hojas frescas pasan por un proceso de oxidación completo que transforma el color verde original de la hoja en un marrón oscuro, haciendo que los aromas se tornen más complejos. Las infusiones resultantes tienen un color ámbar, con cuerpo y sabor intensos. Se trata de la variedad más estimulante, ya que la oxidación favorece la liberación de la teína en la infusión.

Para su fabricación se enrollan las hojas cosechadas después de marchitarse. Se continúa con el proceso de fermentación de 35 a 40°C, en el que las hojas por la oxidación se colorean de tonos que van desde un marrón rojizo, hasta un negro intenso. Finalmente a través del proceso de secado, el té se puede conservar hasta que una vez en la tetera pueda desplegar sus finos aromas.

El té negro contiene minerales, vitaminas, aceites etéreos y teína. Sin embargo, en comparación con la cafeína ésta actúa más despacio en el organismo.

Para su preparación es importante saber lo siguiente: La intensidad de su sabor varía drásticamente dependiendo del tipo, así que cada uno debe ser preparado de acuerdo a pautas individuales.

Tiempo de infusión

Té negro clásico: 4 a 5 minutos

Té Darjeeeling: 3 minutos

Té de hojas rotas: 3 a 4 minutos

Temperatura del agua: 95ºC

El té verde

El té verde es delicioso y puede ingerirse tanto frío como caliente.

Al igual que el té común nos ayuda mediante su ingesta a “pelear” contra nuestro principal enemigo: el “envejecimiento”. Además posee sustancias llamadas polifenoles que contribuyen a regular los niveles de colesterol, ayudando al cuerpo a absorber menos grasa.

Mejora notablemente la hidratación de la piel ya que permite la oxigenación de las células y capilares, previene la formación de caries.

La particularidad que hace que el té verde sea considerado prácticamente una auténtica “medicina natural” es que no es un té fermentado, lo que hace que mantenga sus componentes naturales prácticamente igual que en su estado natural.

Sus principales propiedades son:

• Es un poderoso antioxidante retrasando el proceso de envejecimiento.

• Es depurativo (ayuda a eliminar líquidos) y muy digestivo. Puede ayudar a perder peso.

• Es rico en minerales, sodio, flúor y vitaminas A, B y C. Estos refuerzan el sistema inmunitario y pueden ayudar al cuerpo a protegerse en caso de virus o infecciones.

Modo de preparación

El té verde tiene un bajo contenido en teína, y debe prepararse con agua que no esté “hirviendo”, ya que las hojas se cuecen y el té sale demasiado amargo.

Con el agua entre 75 – 85ºC y entre 2 y 3 minutos de reposo obtendremos una infusión muy aromática y reconfortante, suave y delicada.

Té rojo

Aunque todavía no es muy conocido, los chinos lo beben hace muchísimos años. El té rojo es altamente beneficioso para nuestra salud.

Esta variedad de infusión es excelente amiga del corazón: favorece la reducción del colesterol total, aumenta los niveles de colesterol bueno y disminuye los triglicéridos.

Para bajar de peso es ideal ya que, como el té verde, ayuda a eliminar toxinas.

Realmente es una bebida completa ya que estimula el funcionamiento del hígado y lo desintoxica, activa la digestión y a nivel intestinal mejora la resistencia contra parásitos.

El té rojo es originario de la provincia china de Yunnan. Se le llama también el “Té de los Emperadores” porque antiguamente y durante muchos años su consumo estuvo prohibido al resto de la población. Tiene un sabor muy característico, fuerte y terroso, y la infusión es de color rojizo oscuro.

Se trata de un té pos fermentado, ya que su proceso de fermentación difiere a la del té negro y requiere un largo proceso de maduración en bodegas que puede llegar a durar varios años. Es precisamente este proceso de fermentación lo que le otorga al té rojo su preciado color, sabor y propiedades excepcionales que lo han hecho famoso en todo el mundo.

Momento de consumo ideal: Todo el día, especialmente después de las comidas. Se puede servir con leche.

Tiempo de infusión: 4 minutos

Temperatura: 95°C

Té blanco: El elixir de la juventud

Últimamente el té blanco se ha convertido en una de las infusiones más demandadas por el público, y al que se le atribuyen muy buenas propiedades. El té blanco está considerado como el más exquisito y refinado, ya que en vez de las hojas enteras, se recoge sólo los brotes más tiernos y más jóvenes que es donde se concentra toda la “energía” de la planta. Estos brotes (aún sin abrir) están cubiertos de un vello blanco que recubre la hoja (lo que le da el nombre a esta variedad).

Se cosecha sólo durante unos pocos días cada primavera, y los brotes son recogidos a mano, luego extendidos sobre grandes filtros. Por medio de una ventilación controlada se marchitan las hojas. Finalmente se secan a baja temperatura evitando romperse, para no afectar su color o aroma. Se produce principalmente en China, en las altas montañas de la provincia de Fujian.

Su fama se debe a dos razones fundamentales:

- Su exquisito sabor y delicado aroma. Su alto precio en el mercado, es debido a su producción artesanal ya que para un pequeño puñado de té hacen falta un buen número de brotes.

- “Elixir de la juventud” ya que es uno de los antioxidantes más potentes que nos ofrece la naturaleza y su alto contenido en vitamina E y C.

El té blanco tiene las mismas propiedades que el té verde, aunque en muchas de ellas es más efectivo (por ejemplo es 3 veces más antioxidante). Contiene la mitad de teína que el té verde, y tiene un efecto suavemente diurético.

Tiempo de infusión: 3 a 5 minutos

Temperatura: 75°C

Recomendaciones a la hora de tomar té

Estas infusiones contienen principios activos que estimulan funciones en el organismo. Se recomienda beber de una a tres tazas por día, alejadas de las comidas principales.

• En verano, preparar un vaso de té verde helado, con limón. Súper refrescante.

• Incorporar un puñado de té rojo al termo del mate, así podemos tomar mucha infusión sin darnos cuenta.

• Cuando los anillos no salen, preparar un tazón de infusión de té verde. Beber uno por la mañana y otro por la tarde.

• Si estas en plan de mejorar tu peso, tomar 3 tazas de infusión roja por día.

• Chau arrugas con una taza diaria en el desayuno de té común.

*Mariana Maestro es Licenciada en Nutrición por la Universidad Nacional de Salta.

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