Sal marina y sal de mesa, ¿cuál elijo?

Ambas tienen el mismo valor nutricional básico, a pesar del hecho de que la sal del mar suele ser presentada como una alternativa más “natural y saludable”. Las diferencias más notables entre ellas se encuentran sobre todo en el sabor, la textura y el procesamiento.

¿Cuál es más sana, cual debe elegir? En cantidad y peso, sal marina y sal de mesa contienen la misma cantidad de sodio:

- Sal marina: Se produce a través de la evaporación del agua de mar o agua de los lagos de agua salada, por lo general con poco procesamiento. Dependiendo de la fuente de agua, al no estar procesada, retiene cantidades de minerales como magnesio, potasio y calcio. Estos le añaden su sabor y color distintivos.

- Sal de mesa: Normalmente se extrae de depósitos subterráneos. La sal de mesa es más fuertemente procesada para eliminar los minerales y por lo general contiene un aditivo para evitar la formación de grumos. La mayor parte de la sal de mesa también tiene yodo añadido.

Derribando mitos: lo que dicen los estudios

La sabiduría popular señala a la sal marina como menos dañina que la sal común. Sin embargo, una reciente investigación llevada a cabo en el Reino Unido niega esta concepción. A pesar de que se suele presentar a la primera como un producto natural y más sano, tiene exactamente la misma composición química que la sal de mesa.

Erróneamente se ha afirmado que la sal marina no es perjudicial o que contiene sustancias más beneficiosas para la salud que la sal común, ya que no ha sido procesada.

No obstante, la conclusión principal que obtuvieron los especialistas es que no se encontraron diferencias entre el producto común y las marcas gastronómicas de sal de roca y sal marina. Durante la investigación se analizó el contenido químico de varias marcas gastronómicas de sal marina y de roca, y se las comparó con el contenido de la sal de mesa. Se encontró que todas contienen 100% de cloruro de sodio y son igualmente dañinas para la salud si se les consume en exceso.

No hay que olvidar que ya existe suficiente sal natural en la fruta, vegetales, carne y pescado. En consecuencia, lo más sano es dejar de agregar sal adicional a la comida.

Sobre los beneficios y las propiedades

Es cierto que la sal marina y la sal de mesa no son exactamente iguales. La primera goza actualmente de gran popularidad en el mundo gastronómico y suele ser la elección de quienes cuidan su salud. Además, algunos fabricantes la prefieren porque es “natural” y no ha pasado por un proceso de refinamiento.

Sin embargo, como se mencionó anteriormente lo que tienen en común es su contenido de sodio, ambas poseen aproximadamente un 40%. Es importante tener clara esta información para no consumir en exceso la sal marina, ya que esto aumentaría el riesgo de desarrollar presión arterial elevada y, en consecuencia, enfermedades relacionadas con el corazón.

*Mariana Maestro es Licenciada en Nutrición por la Universidad Nacional de Salta.

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