Estrabismo

Estrabismo

El estrabismo lo conocemos como 'bizqueo'. Es un problema frecuente en la visión pero tiene solución si se actúa a tiempo.

Estrabismo significa bizqueo, es decir, falta de alineación de los ojos. Se puede presentar de diversas maneras pero las dos más frecuentes son el estrabismo convergente, cuando el ojo afectado mira hacia adentro, y el estrabismo divergente cuando el ojo afectado mira hacia afuera.

No siempre se considera un problema, incluso es normal en los primeros meses de vida y siempre que la desviación de uno de los ojos sea hacia un lado y no hacia arriba o abajo. En estos casos solo es preciso que lo vigile su pediatra. Pasado este tiempo las causas más frecuentes son la debilidad constitucional de alguno de los músculos del ojo afectado y los trastornos de la refracción (miopía o hipermetropía).

Tratamiento

Si pasado un tiempo prudencial persistiera el estrabismo deberá consultar con un oftalmólogo. Esta patología debe tratarse precozmente, siempre antes de los 10 años y, preferentemente, antes de los 4. En caso contrario, aparecería una secuela llamada ambliopía u ojo vago. Es una alteración de la visión que NO se puede corregir con anteojos.

¿Por qué se produce esta secuela? Cuando los ojos bizquean, las imágenes de cada ojo son distintas; esto crea 'confusión' al cerebro por lo que tiende a compensarlo anulando una de las imágenes. Precisamente, durante los 10 primeros años de la vida, cada ojo perfecciona su visión progresivamente en presencia de imágenes. Si el cerebro anula la imagen recogida de uno de los ojos, este no perfeccionará su visión (ambliopía).

El tratamiento inicial de esta forma de estrabismo consiste en tapar el ojo sano para forzar la visión del otro. Luego se intentará fortalecer, con ejercicios, la musculatura del ojo afecto y, si no se resuelve, se recurrirá a la cirugía. Si existen trastornos de la refracción (miopía, hipermetropía) se precisará de gafas para ayudar a resolver el problema.

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